martes, 17 de febrero de 2009

Así en el cielo como en la tierra. La contaminación lumínica


Al ver esta imagen, publicada en 20 minutos sacada desde el Observatorio del Teide y aprovechando que el 2009 ha sido declarado por la ONU como año internacional de la astronomía, me puesto ha buscar cosas sobre la contaminación lumínica, que parece un tema algo abandonado en los últimos años, y empiezo a encontrar que todo el mundo está de acuerdo en que provoca los siguientes problemas:

- Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), las luminarias suponen un importante derroche energético, con sus consecuencias sobre el medio ambiente y la economía (muchas de ellas locales).
- Si muchos seres vivos desarrollan la mayor parte de su actividad en la noche, está claro que la contaminación lumínica implica problemas de orientación, altera los ciclos biológicos y reproductivos, y modifica la relación predador-presa, llegando a provocar desajustes poblacionales que se transmiten a lo largo de la cadena trófica. Más aquí
- La entrada de luz exterior en las viviendas (se entiende que de noche) provoca pérdida en la calidad de vida y afecciones a la salud. Aquí
- Actualmente se tiende a iluminar en exceso las carreteras pensando que supone una mejora en la seguridad vial, pero al tener más visibilidad los conductores van más rápido y eso implica un aumento de la siniestralidad.

Además debemos entender el cielo nocturno como patrimonio cultural de la humanidad(piensen en la cantidad de mitos, historias y anécdotas que relacionamos con las estrellas). Declaración de Starlight


Todo esto nos hace pensar en la necesidad REAL de evitar este tipo de contaminación. En principio, parecería que la solución pasa por gestionar la “oscuridad” y esto nos llevaría a discutir sobre temas como la seguridad ciudadana, limitaciones a determinados usos del suelo que tradicionalmente necesitan gran cantidad de luz para su desarrollo satisfactorio, etc. Pero después de indagar algo por la red encuentro las propuestas de la AstroGea (Grup d'Estudis Astronòmics) que son bastante asumibles y solo hay tener algo de voluntad para ponerlas en marcha. Esta asociación propone lo siguiente (cito textualmente):

“-Hay que evitar la emisión directa de luz hacia el cielo, cosa que se consigue usando luminarias orientadas en paralelo al horizonte, con bombillas bien apantalladas y eficientes, de la potencia necesaria para alumbrar el suelo de acuerdo con los criterios de seguridad, pero no más. Es, también, aconsejable emplear con preferencia las luminarias que tengan el vidrio refractor de cerramiento plano y transparente.
-A ello hay que añadir el apagado de alumbrados ornamentales y de grandes espacios exteriores que resultan injustificables a partir de cierta hora. También hay que remodelar este tipo de alumbrado, cambiando bombillas, variando su inclinación y utilizando dispositivos que eviten la dispersión de la luz fuera del área a iluminar.
-Existen, además, otros factores de ahorro, como el contratar la tarifa más ventajosa con la compañía eléctrica, tener un buen plan de mantenimiento de las instalaciones, o reducir la potencia instalada, respetando los límites de seguridad, con lo que se alarga la vida de las instalaciones. En el capítulo del ahorro a largo plazo, los beneficios son incalculables, en términos de disminución del efecto invernadero, de la lluvia ácida y la producción de residuos radioactivos. Si pensamos en las catástrofes futuras que se derivan del calentamiento global del planeta y lo que puede significar ahorrárselas, la elección es clara. Existe, además, una poderosa razón que aconseja emprender dichos cambios: la inversión económica necesaria para realizarlos se amortiza en menos de dos años con el descenso del consumo. Sorprendentemente, se trata del único problema medioambiental cuya solución no implica inversiones a fondo perdido, sino que genera beneficios.”

Y siguiendo las recomendaciones de la del Instituto de Astrofísica de Canarias a través de su oficina técnica para la protección de la calidad del cielo y lo establecido en el REAL DECRETO 243/1992 ; o las de la Comisión Internacional de Iluminación podriamos recuperar aquellos momentos familiares o entre amigos a la luz de las estrellas "y sin salir de casa". Soy un iluso?

Salu2

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Recuperando viejas campañas

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