jueves, 16 de abril de 2009

Europa necesita orientar su política de transporte

La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) advirtió a la UE de que la política de transportes va en la dirección equivocada y sigue contribuyendo "a la polución atmosférica, al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y a muchos otros impactos negativos para el medio ambiente.

En el informe 'Transport at a crossroadsen' (El transporte en la encrucijada), que evalúa las tendencias del sector subraya que esta situación se da "a pesar de disponer de la tecnología capaz de minimizar los impactos medioambientales del sector del transporte en Europa".

En este sentido, señala como principales problemas que "muchos de los vehículos que salen de las líneas de producción distan mucho de ser 'verdes'; el sector del transporte de mercancías favorece todavía los modos de transporte menos eficaces; y los ferrocarriles en la Unión Europea no disponen de un sistema unificado".

Según los datos del estudio, las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE de quince miembros aumentaron un 26 por ciento, es decir 180 millones de toneladas, entre 1990 y 2006 (excluyendo el transporte aéreo y marítimo internacional). Esta cantidad por sí sola representa un aumento más importante que las emisiones anuales nacionales de Bélgica en 2006 (132 millones de toneladas) o de Rumanía (157 millones de toneladas).

Además, entre 1996 y 2006 el volumen total del transporte de mercancías, cuantificado en toneladas por kilómetro, en los Estados miembros de la UE aumentó un 35 por ciento, lo que corresponde a 650 millones de toneladas por km, cifra significativamente superior al total del transporte de mercancías en Alemania. Este aumento se debió al crecimiento del transporte de mercancías por carretera, ya que el ferroviario y las vías navegables interiores sufrieron un descenso.

Por otro lado, entre 1995 y 2006 las ventas de coches en la UE de los 27 aumentaron un 22 por ciento hasta alcanzar los 52 millones de automóviles. Esto representa un aumento equivalente a los parques automovilísticos del Reino Unido y España juntos. En 2006, el número de kilómetros realizados por los pasajeros de los Estados miembros de la AEMA ha aumentado en 65 millones de kilómetros.

Por todo ello, la AEMA reclama "unas políticas bien diseñadas que gestionen la demanda del transporte" ya que a su entender "pueden contribuir a reducir el volumen de los transportes, lo que mejoraría la eficacia económica del sector del transporte y desvincularía su crecimiento del crecimiento económico".

Además, resalta que los precios resultan determinantes en las decisiones de consumo. Por ejemplo, la demanda de servicios de autobús ha aumentado un 20 por ciento, lo que se relaciona con un aumento del 10 por ciento en los precios de la gasolina.

También precisa que es necesario tener "objetivos claros, cuantificables y realistas y fijar plazos para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, de la contaminación atmosférica y del ruido ocasionados por el sector del transporte". Pero indica que "lo más importante" es que los consumidores, con su reacción a la inestabilidad de los precios el año pasado, han demostrado que "el precio de los carburantes y de los peajes influyen claramente en la demanda de transporte", sostiene la profesora McGlade.

La AEMA, que tiene su sede en Copenhague (Dinamarca), es un organismo destinado a ayudar a conseguir mejoras significativas y cuantificables en el medio ambiente de Europa por medio de la divulgación de información actualizada, específica, pertinente y veraz a los responsables políticos y al público en general.

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