viernes, 27 de marzo de 2009

Proteger el suelo para protegernos contra el cambio climático

En un informe la Comisión subraya el crucial papel que pueden desempeñar los suelos para mitigar el cambio climático. Afirma que los suelos contienen aproximadamente el doble de carbono que la atmósfera y tres veces la cantidad de ese elemento que se encuentra en la vegetación. Los suelos europeos constituyen un enorme depósito de carbono (unos 75 000 millones de toneladas), por lo que su gestión deficiente puede acarrear consecuencias catastróficas.

El informe, que sintetiza los datos más completos de que se dispone sobre la relación entre el suelo y el cambio climático, hace hincapié en la necesidad de almacenar el carbono en el suelo. La técnica correspondiente es rentable, se halla inmediatamente disponible, no requiere tecnologías nuevas ni inciertas y presenta un potencial de mitigación comparable al de cualquier otro sector de la economía. Conforme a la estrategia temática de protección del suelo (véase el documento IP/06/1241), es preciso invertir la actual tendencia de degradación de los terrenos y mejorar las prácticas de gestión del suelo para conseguir un elevado índice de almacenamiento de carbono.

Según declaró Stavros Dimas, Comisario de Medio Ambiente, «unos suelos correctamente gestionados pueden absorber cantidades enormes de carbono de la atmósfera, lo que nos otorga una valiosa tregua que podemos aprovechar para reducir las emisiones y avanzar hacia nuestros objetivos de sostenibilidad. Los suelos europeos piden a gritos una mayor protección, y la solución a este problema debe ser coordinada. He recibido este informe con una enorme satisfacción, pues además de reforzar el mensaje expresado en la Conferencia de la Comisión sobre el suelo y el cambio climático celebrada en junio de 2008, ofrece una clara indicación de la dirección que debemos seguir».

Algunas de las conclusiones del informe resultan bastante inquietantes. A medida que la población mundial sigue aumentando, se amplían también las superficies de prados y montes destinadas a cultivos, y los suelos que actualmente son sumideros de carbono se convierten en emisores netos. La estrategia más eficaz para impedir la pérdida global de carbono del suelo sería detener ese proceso de conversión, pero esa política podría entrar en conflicto con la necesidad de satisfacer la creciente demanda global de alimentos.


Algunos enlaces para ampliar información:

Informe «Análisis de la información disponible sobre la interrelación entre el suelo y el cambio climático»

Conferencia sobre la interrelación del suelo y el cambio climático (junio de 2008)

MEMO/06/341 sobre la estrategia temática de protección del suelo


Páginas web de Europa sobre el suelo

Salu2

Vía Europa press room

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