martes, 28 de abril de 2009

(+) Nuevas tendencias en la Ordenación del territorio en Europa

Aquí les dejo la información exacta de organización y contacto, además de la introducción que vamos a utilizar para el folleto publicitario. Salu2

Seminario de 10 horas de duración, equivalentes a 1 crédito de libre elección de la ULL, con dos ediciones, una en La Palma y otra Tenerife.
Dirigido por José-León García Rodríguez y Miguel Febles Ramírez
Organizado por la Viceconsejería de Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias
Colabora la Fundación para el Desarrollo y la Cultura Ambiental de La Palma, la Delegación Territorial de Canarias del Colegio de Geógrafos y el Departamento de Geografía de la Universidad de La Laguna.

INFORMACIÓN Y MATRÍCULA

www.universidadambientaldelapalma.es
secretaria@universidadambientaldelapalma.es
www.geografosdecanarias.org
info@geografosdecanarias.org

Coste de la matrícula: 20 euros
Entrega de Certificado de Asistencia a los participantes y Certificado de créditos de la ULL a los que lo soliciten y sean evaluados positivamente.


INTRODUCCIÓN

Una de las acepciones de la ordenación del territorio la identifica como un instrumento utilizado por la administración pública para influir en la futura distribución de las actividades en el espacio, con el objetivo de compaginar las demandas de los agentes socioeconómicos privados con las necesidades de protección del medio ambiente. Según señala la Comisión Europea en el Compendio de los Sistemas de Ordenación Territorial Europeos (1997), esta herramienta “comprende también medidas para coordinar los impactos territoriales de las políticas sectoriales, para alcanzar una distribución más uniforme del desarrollo económico de las regiones, y para regular la conversión de la tierra y los usos de la propiedad”.

Este significado se ha consolidado a escala comunitaria y española a partir de los postulados de la Carta Europea de la Ordenación de Territorio de 1983, que centró dicha práctica en el desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones europeas, en el incremento de la calidad de vida de los ciudadanos, en la administración responsable de los recursos naturales y la protección al medio ambiente, después de la Conferencia de Río, además de un uso racional del suelo.

Al mismo tiempo, en los años ochenta, los expertos sometieron a revisión tanto los modelos económicos regionales como los orientados al planeamiento físico que estuvieron en vigor en los decenios desarrollistas anteriores. Como resultado de la misma se publicó un documento de notable impacto político, que apostaba por un sistema policéntrico de ciudades como alternativa a la dominación de los grandes centros de desarrollo económico a escala continental y estatal (Kunzmann y Wegener, 1991). Dicha idea descentralizadora ha sido incluida con posterioridad en la Estrategia Territorial Europea, acordada en el Consejo de Ministros sobre Ordenación Territorial de Potsdam, en 1999, cuyo subtítulo la orienta “hacia un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio de la Unión Europea”; y más recientemente en la Agenda Territorial de la Unión Europea, orientada “hacia una Europa más competitiva y sostenible de regiones diversas”, acordada con ocasión de la reunión informal de ministros sobre desarrollo urbano y cohesión territorial en Leizig, en 2007.

Sin embargo, la importancia del territorio como recurso limitado y estratégico provoca reticencias en los Estados miembros en relación con la actuación de la Comunidad, razón por la cual la Unión Europea carece de competencias oficiales en materia de ordenación del territorio, y el mencionado documento que supone la Perspectiva Europea de Desarrollo Territorial se queda, en términos jurídicos, en una propuesta o guía para la organización racional del territorio por parte de las administraciones, especialmente para las actuaciones territoriales que tienen impacto sobre el mismo, con el fin de conseguir un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio. Asimismo, la Estrategia Territorial Europea constituye un documento de referencia para el fomento de la colaboración e integración de actuaciones, con pleno respeto al principio de subsidiariedad.

En este contexto de reflexión académica y de actuación política, la región, el länder o la comunidad autónoma se han acabado imponiendo en Europa como la instancia territorial competente para la práctica de la ordenación del territorio, en la línea señalada por la Carta Europea, aunque sus resultados prácticos no sean similares en todos los países por razones históricas y políticas, pues en algunos casos dicha práctica se lleva a cabo mediante planes indicativos no rígidos, considerados como procesos permanentes, negociables y participativos; y en cambio, en otros, el planeamiento es mucho más rígido y formal, como ocurre en nuestro país.

En el caso español, la Constitución del 1978 ha asignado dicha competencia a las Comunidades Autónomas, que la han asumido en sus estatutos, aunque no la han desarrollado en todos los casos con la misma intensidad. Pero se han requerido casi tres décadas para construir el edificio jurídico-administrativo de la ordenación del territorio en España.

En este amplio periodo de tiempo, los años ochenta del pasado siglo ha sido años de titubeos, como señala M. Benabent, en los que se aprobaron algunas leyes; mientras que en los años noventa prácticamente todas las Comunidades Autónomas cuentan con legislación en esta materia, y vieron la luz los primeros planes producidos bajo el amparo de estas nuevas normativas; por lo cual se ha acabado consolidando un nuevo marco institucional en el que se han ido delimitando las competencias y definiendo los instrumentos para su aplicación en la diferentes regiones.

Sin embargo, “en la práctica, la ordenación del territorio no es todavía una función pública plenamente armonizadora del conjunto de actividades con incidencia territorial, y este es un problema en gran medida derivado de la deficiente articulación de las relaciones competenciales, o dicho de otra manera, de las insuficiencias en el modo en que se establece la cooperación interadministrativa entre los distintos niveles de la organización territorial del Estado” (Benabent, 2005).

Este seminario sobre Nuevas tendencias en la ordenación del territorio en Europa pretende revisar los grandes hitos de este proceso general destinado a planificar por parte de la administración pública los usos del territorio, con la finalidad de analizar e interpretar de manera sistemática las características de los diferentes modelos construidos, sus principales logros y deficiencias, así como sus herramientas destinadas a la resolución de los problemas territoriales, en el contexto europeo y español.

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