"Nos encontramos en busca de una cosa ficcional, no factual. Al estar la ficción limitada por nuestra imaginación, y los hechos por nuestra perspicacia, la parte del mundo que buscamos no puede delimitarse con una "historia", o enfocarse según un "ángulo". El tema que buscamos se encuentra en la misma realidad que inspira a los ahcedores de ficción. Es la realidad que los periodistas piensan describir. Pero no consiguen encontrar ese tema poco común, ya que sus técnicas les ciegan. En realidad no quieren encontrarlo, ya que estas técnicas se han convertido en la meta en sí.
Cuando se descubre o busca una historia, o con más razón un argumento que comunique, se suprime esa historia. Basta para ello poner el énfasis en en una simple regularidad, real o artificial, o presentar al mundo una imagen puzzle cuyas soluciones han sido elegidas por adelantado. La historia, el argumento, la revelación y la sensación nos han robado ese tema: el resto del mundo, que nos es tan fácil de transmitir, ¡pero sin el cual no podemos vivir!
El enemigo es la historia. El tema, presentado a pesar de toda decencia. Pero también es el hecho de que la importancia de un argumento esté supuestamente sometida a la evaluación del espectador, a grandes golpes de puntos de vista y de hechos, contrapesados por sus antítesis. Es la veneración del contorno, todopoderoso, en detrimento del tema del que proviene. Este tema, que quizá sea el verdadero tesoro de la vida, se ha volatilizado ante nuestros ojos. ¿Cómo redescubrirlo? ¿Cómo transmitirlo, descubrirlo? El desafío último es ver sin mirar: ¡desenfocar! En un mundo en el que los medios de comunicación se prosternan ante el altar de la nitidez, y al hacerlo se vacían la vida de toda vida, el desenfocador será el comunicador de nuestra época -¡ni más ni menos!".
Lars Von trier. Manifiesto Desenfocar
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