miércoles, 19 de mayo de 2010

Donald Shoup: El estacionamiento público enemigo de las ciudades

Hoy les dejo una conferencia del urbanista Donald Shoup. En ella nos habla, creo que de una manera bastante entretenida, del problema del aparcamiento y como provoca que hagamos un uso cada vez menos eficiente de espacio disponible (secuestrándolo –es por ser polítcamente correcto- a otros usos, que según mi parecer, deben ser priorizados, como el peatonal y de convivencia). Según él el estacionamiento gratuito incrementa también el tráfico y la contaminación, pues la gente da vueltas y vueltas hasta encontrar un espacio, y encarece el precio de la vivienda, pues terrenos que podrían usarse para incrementar la oferta de casas tienen que ser reservados para guardar coches.



Esto ya lo vimos en la charla que dío Julio Pozueta sobre Políticas de desincentivación del vehículo privado en la Jornada de Movilidad Sostenible y Planificación que se organizó en el marco del Salón Atlántico de Logística y Transporte que se celebró en Tenerife hace unos días, que nos confirmaba algo que veniamos pensando hace tiempo: el aparcamiento es el mejor instrumento para condicionar la cultura del automóvil. Sobre este tema pueden leer el artículo de André Gorz que reproduce Felipeno sobre la desigualdad inherente al uso del automóvil y la forma en que degrada el espacio urbano (discutible pero, sin duda, interesante).

Dentro de está línea de reflexión, y pensando en la acción, se me viene a la cabeza un proyecto para la ciudad de San Francisco que he conocido gracias a Ladyverd. El proyecto SFPark pretende reducir esta circulación errática ayudando a los conductores a encontrar un sitio para aparcar. Este objetivo del proyecto entiendo que debe suponer un beneficio general ya que la mejor disponibilidad de las plazas de aparcamiento descongestiona la ciudad y aumenta la seguridad vial. Para conseguirlo, el proyecto se basa en recoger y distribuir en tiempo real la información sobre las plazas de aparcamiento en la ciudad a través de un sistema de dispositivos de características similares a los parquímetros, equipados con sensores. Gracias a ellos y a través de un portal, el GPS o su smartphone los conductores saben exactamente donde se encuentran las plazas libres de la zona de la ciudad en la que se hallan. El sistema establece tarifas distintas según la oferta y la demanda.

Esta idea parece una modificación acertada de las políticas de parking (aparcamientos rotatorios), que como nos comentó el profesor Julio Pozuela, hay estudios (estoy pendiente de conocerlos ¿Alguien sabe algo?) que demuestran que estos aparcamientos crean más expectativas que las que resuelven. Es decir, al final generan más movimiento de vehículos privados por los centros urbanos que las plazas que están disponibles en los mismos.

La idea de Shoup es cobrar “un precio que garantice que en todo momento haya el 15% de los espacios disponibles”, e invertir la totalidad de esos ingresos en mejorar el entorno urbano de las áreas donde se recaudó este dinero. Lo que no parece, en principio, desacertado. Ya se ha puesto en marcha medidas similares, a través del cobro de peaje, en varias ciudades, siendo Londres una de las más conocidas.

La duda sobre todos estos sistemas basados en la “desincentivación del uso del coche privado” es si son lo suficientemente democráticas: ¿Afectan igual a todos? ¿Es posible ver más automóviles de alta gama que utilitarios circulando por el centro de nuestras ciudades? ¿Realmente todas estas acciones, por si mismas, provocarán un cambio en la sociedad en la línea del Manifiesto de la World Carfree Network: Comunidades libres de coche para el futuro? ¿O tendremos que pensar, a la hora de buscar soluciones en la frase “el automóvil ya está aquí y ha venido para quedarse”?. No lo se. Todas estás dudas me recuerda una reflexión de un amigo que nos decía que el problema lo hemos creado entre todos y lo debemos resolver entre todos. Y para eso creo que la mejor línea de acción siempre es la EDUCACIÓN. Los ciudadanos (de todos los barrios y pueblos) tenemos que ver claro las mejoras en nuestra calidad de vida (y eso pasa por la economía familiar) que provoca el cambio de modelo de transporte. De esta forma podremos presionar a nuestros representates y después ya vendrán las políticas de “desincentivación del uso del coche privado”. O No. (perdón el rollo).

El video de Donald Shoup lo localice gracias Onésimo Flores (Ciudad Posible) que, a su vez, lo vió en Megablogolis. Salu2

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